El águila no pelea con la serpiente en la tierra, el la lleva al cielo, cambia el campo de batalla y luego la suelta. La serpiente no tiene resistencia, poder y ningún tipo de equilibrio en las alturas. En su terreno la serpiente en poderosa y mortal, pero en las alturas es inútil, débil y vulnerable, por eso hoy llevaré mis luchas a otro nivel, en las alturas y oración y Dios peleará mis batallas.